Colores para la habitación del bebé

Colores para la habitación del bebé

La llegada de un bebé siempre es bien recibida por la familia. Durante los nueve meses que dura la gestación abuelos, hermanos y demás personas cercanas intentan crear las condiciones necesarias para el nacimiento.

El dormitorio del bebé es un lugar especial donde reinan los colores. A diferencia de otras partes de la casa, su decoración no tiene que armonizar como un todo con el resto de los cuartos de la vivienda.

COMBINACIONES FRECUENTES

Generalmente los padres escogen los colores de la habitación teniendo en cuenta el sexo de bebé. Suele ser frecuente pintar el cuarto para los varones con tonos que van del azul suave al oscuro, y rosas pálidos y fucsias para las niñas. Cuando se escogen estos colores es posible incorporar muebles y accesorios blancos, color madera, chocolate o café.

Otros colores y definidos como “unisex” son el púrpura, verde, amarillo, y rojo, por lo cual los puedes utilizar en el cuarto del pequeño (a)  tanto en las paredes como en detalles.

Igualmente, se puede brindar colorido al dormitorio a partir de papales pintados infantiles o de figuras geométricas. Esta acción puede propiciar un ambiente creativo y original a la habitación. Recuerda que la decoración del cuarto del bebé cambia a medida que él crece.

INFLUENCIA DE LOS COLORES EN LOS BEBÉS

Los colores influyen, según sus características propias, en la psicología de los individuos. Si bien se dice que los recién nacidos solo ven en blanco y negro cuando comienzan a crecer se siente atraídos por los más intensos.

Para que el bebé duerma bien y se mantenga en calma es mejor emplear tonalidades suaves y naturales. Es mejor utilizar los colores llamativos e intensos para los detalles. No obstante, la habitación nunca debe pintarse de blanco totalmente, sino combinarse con tonos pastel.

Habitación del bebé

En el cuarto de los niños hay que velar mucho por la iluminación. Si bien durante el día la iluminación debe ser buena, en las noches se debe eliminar la claridad para que el bebé duerma.

Expertos aseguran que los tonos crema se pueden usar hasta los dos años, pues pasado ese tiempo no deben estar tan tranquilos pues deben ser estimulados a caminar, así como a otras actividades.

Azul es el color indicado para los bebés irritables, al tiempo que mejorará el estado de ansiedad, reforzará su sistema inmunológico. Para los niños pasivos es mejor pintar el cuarto con colores cálidos como el rojo y el verde. Debes saber que el verde es bueno para dormir y combinado con anaranjado, amarillo o fucsia transmite alegría.

Nunca pintes la habitación de un bebé de gris pues genera una expresión emocional débil y no transmite tranquilidad ni motivaciones. Peor aún es el negro que no genera ningún estímulo.

EL COLOR Y LOS ESPACIOS

Antes de pintar cualquier habitación se deben tener en cuenta los espacios. Por ejemplo, un dormitorio oscuro no se debe pintar con colores fríos, pues el objetivo es encontrar el equilibrio entre luz y color.

En el caso de los dormitorios pequeños se recomienda evitar los colores intensos pues alteran e impresionan al niño. En cambio los cuartos grandes deben rechazar los colores pastel pues los convertirán en locales mucho más fríos.

Los tonos blancos o crudos son buenos para los dormitorios siempre que se hagan acompañar de un color predominante para que realice contraste. Intenta que este último responda a tonos claros y pinta con él una o dos paredes.